Las personas y los fenómenos están vacíos de nuestras
proyecciones imaginarias sobre ellos. Carecen de lo que nuestras concepciones
equivocadas les atribuyen. No existen como nos parece a nosotros ahora, pero si
existen. Es decir, no existen de forma independiente, pero sí de forma
dependiente. Por ejemplo, alguien que lleva gafas de sol ve los árboles muy
oscuros. No existen árboles oscuros independientes, pero no podemos
decir que no hay árboles. Los árboles existen, sólo que no existen como le
parece a la persona que lleva las gafas.
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