Cuando Buda habla de sufrimiento,
quería decir que tenemos experiencias insatisfactorias. Ni siquiera la
felicidad que tenemos dura para siempre, y esa situación es insatisfactoria.
Las culpas de nuestros problemas residen, no en el entorno exterior y quienes
lo habitan, sino en nuestra propia mente. Las actitudes perturbadoras y las
emociones negativas, como el apego excesivo, la ira y la ignorancia, son el
verdadero origen de la infelicidad.
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